¿San Valentín? ¿Eso existe?
Espera. No me hagas caso. No creas que soy otra despechada solterona que cada catorce de febrero se queja de no estar con nadie. No. No esperes encontrar miles de tristes decepciones y maldiciones acerca de la cantidad de parejas empalagosas que se besan en cada esquina y se regalan corazones de chocolate.
Ay, Dios. En realidad sí quiero eso -como gran parte del mundo-, pero voy a intentar ocultarlo con una estereotipada reflexión. Que si es una oda a la compra y al capitalismo; el día de la publicidad; una obra de teatro llena de actores de segunda que fingen vidas perfectas y deseadas. Es otra manera de hacernos creer que los «y vivieron felices y comieron perdices» de cuentos de hadas son el único destino.
Me río yo del destino.
¿Acaso puedes definirlo? ¿Es eso que dice que hay un alma gemela, una media naranja para mí? ¿Que hay alguien esperando a la vuelta de la esquina para cruzar sus ojos con los míos y sufrir esa enfermedad denominada «amor a primera vista»? No. No creo que todo esté tan perfectamente calculado en un plan malévolo que ha organizado quién sabe quién y quién sabe dónde.
Hipócrita, porque igualmente lo espero. Lo espero con dudas que martillean la cabeza de cualquiera que piense más de dos veces las cosas: ¿qué cojones hago mientras tanto? Porque no sé quién es, dónde está y qué lleva puesto. ¿Y si me lo he cruzado en el semáforo del supermercado y no he levantado la mirada de la acera? ¿Y si bailé con él en la última fiesta de año nuevo? ¿Y si es el guapo chico que me mira mientras escribo esto en la biblioteca?
¿Y si no está en ningún sitio?
Ahí está la respuesta a mi escepticismo. Que quizás se ha perdido por el camino de ese supuesto destino del que hablan tanto, o se ha encontrado a alguien con quien ha congeniado a las mil maravillas. Y me he quedado con un alma sin su par, con una mitad de la naranja y siendo tan escéptica como al principio.
Así que dime ahora tú, ¿san Valentín? ¿Eso existe?
Nos lo pintan tan bonito y necesitamos tanto de otras personas, que no podemos evitar querer vivir ese amor 'perfecto' de las películas, me ha gustado mucho tu entrada y me gusta como escribes.
ResponderEliminarP.D: Te he nominado a los Liebster Awards, si te pasas por mi blog y lees lo que hay que hacer, participas y me avisas sería muy feliz. Un saludo, Blue. ^^