22.2.14

Incorpóreo y omnipresente.

Yo no miento. Mentir es cosa de cobardes. 

En la vida se es valiente cuando vas con la verdad por delante, con la sinceridad como principio y final -o al menos eso pienso yo-. 
Y la verdad duele, oh sí.  
La verdad se puede describir; comparar; hiperbolizar. Se puede decir que la verdad es como un jarro de agua fría que congela tus huesos nada más rozarte la piel. La verdad es incorpórea, y traspasa con facilidad las barreras del corazón para atacarlo desde dentro. La verdad explota cuando no puede seguir siendo cobarde y vomita flores marchitas y e intentos de olvido. La verdad es la mejor en el escondite, y no se deja pillar. 
Pero si la verdad quiere salir, sale. Y cuando lo hace, ciega a todo el que esté en su rango de alcance. Emite una luz tan brutal y potente que anula los aparatos eléctricos, cual campo magnético. 

Yo no miento. Mentir es cosa de cobardes. 
Y fui cobarde al decir que lo olvidaría. 

Yo no olvido. Olvidar es para aquellos que no pueden superar. 

Olvidar es para los que no son capaces de asimilar lo malo y tirar para delante; es la acción que llevan a cabo los que no quieren sufrir el pasado. Pero intenta olvidar una carga de cien kilos que se balancea sobre tus hombros. ¿La sientes? Pues eso no lo olvidas, por mucho que te esfuerces, que trates y que intentes sustituirla, la carga es pegajosa e inseparable. Los recuerdos son babosas del pasado que nunca resbalan de tu piel. Están ahí siempre, y no intentes despegarlas de tu cuerpo porque sólo harán más daño. Se llevan parte de ti con ellas y te dejan en un estado lamentable y depresivo. Te dejan en un estado de cobardía que comenzó a ser insuperable y que poco a poco se ha reafirmado en su teoría. 

Yo no olvido. Por ello, si no miento ni olvido; si digo la verdad y supero, ¿en qué me convierto?

21.2.14

De once en once y nomino porque me toca.

¡Buenas! Entre deseo y deseo surgen pequeñas muestras que me alegran el día, y me he enterado de que me han nominado a los premios Liebster Awards, que consiste en nominar a esos blogs ocultos y con potencial para que salgan a la luz. De once en once, y tiro porque me toca...
En fin, que muchísimas gracias a Blue, que me encanta tu blog y que entiendo lo que tienes con el azul.

Os dejo los que debeis hacer en caso de ser nominados:
~ Agradecer al blog que te nominó y seguirlo.
~ Responder a sus once preguntitas.
~ Nominar a once blogs con menos de doscientos seguidores.
~ Avisarles.
~ Realizar once nuevas preguntas a los nominados.

Y las preguntas de Blue:

1. ¿Qué es lo que te inspira a la hora de escribir?
     Yo escribo lo que deseo. Escribo lo que me ha pasado -en el caso que lo haya vivido- y lo que me gustaría que pasase. A veces es más fácil inspirarse en sueños que en verdades.

2. ¿Cuáles tu libro favorito y por qué?
     Este tipo de preguntas duelen en el alma, sobretodo cuando no puedes elegir sólo uno. Pero me decantaré por Dos velas para el diablo, de Laura Gallego García. No creo que haya leído libro con más entusiasmo; he deseado una segunda parte más que un aprobado; y lo he releído... He perdido la cuenta.

3. ¿Con qué personaje de libro/película te identificas?
     Hermione Granger, sin duda. Soy una empollona en potencia, seria, responsable, adoror leer... en fin, que han sido siete libros intensos.

4. Si pudieses cambiar algo del mundo, ¿qué sería?
    No creo que pueda cambiar el mundo yo sola, pero no estaría mal que los libros fueran más baratos. Como el olor a libro nuevo, NADA.

5. ¿Qué lugar es el que más te apetece visitar?
     Italia. Toooodo Italia.

6. Si tuvieses que vivir dentro de una película, ¿en cuál sería?
    Harry Potter. Cualquiera, no me importaría -si puedo todas mejor-. Soy completamente friki de el mundo mágico -y no una muggle cualquiera-.

7. La primera canción que se te pase por la cabeza.
    The call, de Regina Spektor.

8. ¿Qué es sobre lo que más escribes?
    Amores imposibles y encuentros imaginarios. Escribo sobre lo que no he vivido y me gustaría vivir; sueños y fantasías.

9. Defínete en una palabra.
    Soñadora.

10. ¿Tienes algún libro o película al que le hayan dado muy buenas críticas y a ti no te haya gustado? ¿Cuál?
       Sí. Tuve serios problemas tras la película Avatar. No me había parecido taaaan buena -por favor, no me tiréis demasiados tomates-. No tenía la chispa que esperaba.

11. ¿Qué es lo que más te gusta hacer en tu tiempo libre?
       Me turno entre leer y escribir.

Mis nominados:

~  X.

Y aquí van mis preguntas:
- ¿Estudias o trabajas? - ¡Es broma! Ahora en serio, aquí os las dejo:

1. ¿Cómo surgió esa necesidad impetuosa de escribir?
2. ¿Personaje de libro cuyo lugar ocuparías?
3. ¿Tu antagonista favorito (ese que debería haber tenido algo más de protagonismo)?
4. ¿Qué estudias o qué te gustaría estudiar?
5. ¿Ebook o papel?
6. ¿Algún libro que se te haya resistido (sin importar cuánto intentaste terminarlo)?
7. ¿Prefieres escribir textos aislados o te has embarcado en alguna historia larga?
8. ¿Ese autor que deseas conocer?
9. ¿Tus dos libros preferidos? (Porque sé cuán difícil es escoger sólo uno).
10. ¿Café o chocolate caliente?
11. ¿Uno de esos deseos imposibles?

Y otra cosa mariposa, si participáis, ¿me podéis avisar? Me haría muchísima ilusión saber qué habeis respondido. ¡Poco a poco nos damos a conocer, mis valientes!

11.2.14

Escepticismo.

¿San Valentín? ¿Eso existe? 
Espera. No me hagas caso. No creas que soy otra despechada solterona que cada catorce de febrero se queja de no estar con nadie. No. No esperes encontrar miles de tristes decepciones y maldiciones acerca de la cantidad de parejas empalagosas que se besan en cada esquina y se regalan corazones de chocolate.


Ay, Dios. En realidad sí quiero eso -como gran parte del mundo-, pero voy a intentar ocultarlo con una estereotipada reflexión. Que si es una oda a la compra y al capitalismo; el día de la publicidad; una obra de teatro llena de actores de segunda que fingen vidas perfectas y deseadas. Es otra manera de hacernos creer que los «y vivieron felices y comieron perdices» de cuentos de hadas son el único destino. 

Me río yo del destino.
¿Acaso puedes definirlo? ¿Es eso que dice que hay un alma gemela, una media naranja para mí? ¿Que hay alguien esperando a la vuelta de la esquina para cruzar sus ojos con los míos y sufrir esa enfermedad denominada «amor a primera vista»? No. No creo que todo esté tan perfectamente calculado en un plan malévolo que ha organizado quién sabe quién y quién sabe dónde. 
Hipócrita, porque igualmente lo espero. Lo espero con dudas que martillean la cabeza de cualquiera que piense más de dos veces las cosas: ¿qué cojones hago mientras tanto? Porque no sé quién es, dónde está y qué lleva puesto. ¿Y si me lo he cruzado en el semáforo del supermercado y no he levantado la mirada de la acera? ¿Y si bailé con él en la última fiesta de año nuevo? ¿Y si es el guapo chico que me mira mientras escribo esto en la biblioteca? ¿Y si no está en ningún sitio? 
Ahí está la respuesta a mi escepticismo. Que quizás se ha perdido por el camino de ese supuesto destino del que hablan tanto, o se ha encontrado a alguien con quien ha congeniado a las mil maravillas. Y me he quedado con un alma sin su par, con una mitad de la naranja y siendo tan escéptica como al principio. 
Así que dime ahora tú, ¿san Valentín? ¿Eso existe?