13.4.13

Ahora, justamente ahora.

Ahora, justamente ahora, me doy cuenta de las distintas acepciones que se les puede dar a las palabras y a los silencios. Ahora, justamente ahora, que me he enamorado. Ahora, justamente ahora, he conseguido sentir en carne viva alegría y dolor; he dado y recibido; he llorado y sonreído. Ahora, justamente ahora, no dejo de pensar en ti, en nuestra historia, en nuestro cuento. Ahora, justamente ahora, pienso en el principio de todo. En cómo vivíamos a lo loco, disfrutábamos de la vida, ignorábamos las negativas; en cómo preferíamos salir a cenar antes que quedarnos en casa en un día de lluvia; en cómo me esperabas cuando llegaba tarde (lo cual pasaba habitualmente); en cómo tus abrazos eran adictivos. Entonces, justamente entonces, descubrí que a veces las palabras sobran y los silencios llenan. En ese entonces comprendí por qué Bécquer daría un mundo por una mirada, por qué daría un cielo por una sonrisa. Y todavía no sé qué daría por un beso tuyo. Pero ahora, justamente ahora, también entiendo a Neruda. Y también escribiría los versos más tristes; esta noche, porque ya no te tengo, pero te tuve. Y ya sabes lo que dicen, que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Soy tonta, sí. Soy tonta porque ahora, justamente ahora, me he dado cuenta. Pero tarde, como siempre. Porque las palabras que antes sobraban ahora las buscamos desesperadamente, y los silencios que antes llenaban han empezado a matarnos.


7 comentarios:

  1. Definitivamente me acabo de volver la primera fans incontrolable de todos tus textos.
    He adora todas y cada de las palabras de esta entrada, escondes siempre tanto en todas ellas, es casi todo un mundo.
    Yo creo que realmente no nos damos cuenta de lo que perdemos hasta que lo hemos perdido. Mi madre siempre dice que las personas somos de costumbres y cuando nos cambias algunas de esas costumbres nuestro mundo se desmorona o eso pensamos nosotros.
    Y supongo que con este texto cualquiera puede sentirse identificada, por perder algo que se tenia o darse cuenta tarde de cosas que verdaderamente importan.
    Pues nada, que como siempre me encanta, sobretodo el final.
    Un beso enorme :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias Marta! Y fíjate, creo que tu madre tiene toda la razón, y si que es verdad que nosotros como personas exageramos la realidad. A veces no todo es tan malo como queremos creer. Ya ves... incluso parece gustarnos sufrir.
      Y yo realmente odio darme cuenta de todo tarde, porque pienso una y otra vez en el "¿qué habría pasado si...?"
      Bueno, otra vez gracias, me alegro que te guste y que te puedas identificar.
      Un besito.

      Eliminar
  2. Una pena que así sea, y que no apreciemos lo suficiente lo que tenemos hasta que ya no está. Siempre habrá silencios que nos hubiera gustado llenar con palabras y palabras que desearíamos que hubiesen sido silencio. Lo malo es que solo nos damos cuenta de esto cuando ya es un recuerdo. En el momento no te salen las palabras que luego maldices no haber dicho, o te arrepientes de no haberte mordido la lengua. Como te dije el otro día en twitter, hay palabras que faltan y silencios matan. O así los siento yo a veces.
    Genial, como siempre encuentras la manera de expresar eso que a todos nos ha pasado por la cabeza en algún momento. No me cansaré de decirte lo mucho que me encantan tus entradas.
    Un beso guapa :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Exactamente lo que me dijiste por twitter me dejó pensando y escribí la entrada. Yo también lo siento, y creo que, a lo mejor, es más normal de lo que creemos.
      Muchísimas gracias guapísima.Me alegra que te gusten los textos (¡sabiendo tú que yo adoro tus entradas!)
      Un besito muy grande.

      Eliminar
  3. Precioso.
    Y con una razón arrolladora... Pero yo creo que sí que apreciaste lo que tenías, solo que el dolor del final es el mismo lo hayas aprovechado o no. Aunque yo mejor no hablo sobre amor, no lo conozco ni sé de el, pero si yo también me diera cuenta justamente ahora, me dejaría abrazar por Neruda, es un poco bruto pero se le perdona ;)
    Besos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Irene. En realidad, puede que se tengan momentos (esos cuando no puedes dormir y das vueltas en la cama) en los que te pones a pensar: "vaya...que suerte tengo.." o algo así, pero como dices, el dolor es igual, y parece intensificarlo todo.
      Yo no sé a quién elegir. Para mi Bécquer siempre ha sido tan romántico, pero he leído también a Neruda y ambos me parecen grandes poetas, y tristemente los dos terminan en desamor. A veces me pregunto ¿Existe ese amor que no llega al desamor? Porque sino, ¿para qué está el desamor? No sé si me entiendes, porque yo sola me lío muchísimo, pero me vienen esas dudas de vez en cuando...
      No te creas que yo soy la primera que debería hablar de amor. Existen tantas personas con más experiencia que yo... Pero se aprende poco a poco.
      Un besito enorme.

      Eliminar
  4. Dios, escribes fantástico. Es un placer leerte Almudena. Gracias por compartir tu talento Un beso grande.

    ResponderEliminar

Si te ha gustado, ¡házmelo saber! Es toda una alegría para mí.